martes, 15 de septiembre de 2009

Este mundo está loco loco...

Tener que comer solo en un restaurante es algo a lo que nunca me acostumbraré. Estás incómodo, no comes a gusto y en ocasiones tienes la sensación de que todo el mundo te observa. Ni siquiera tienes una televisión cerca con la que distraerte, por lo que la única diversión posible y evadirte de tu soledad es obsrevar a los demás, eso sí, de un modo discreto para no ganarte un par de hostias.

Tranquiliza saber que además de yo mismo también hay otras personas que se ven obligadas a comer solas, quienes resultan ser muy interesantes desde un punto de vista un tanto 'voayeur'.

A mi izquierda un chico joven en traje (como yo) leyendo el Marca mientras come una hamburguesa. Hasta aquí bien, por lo menos hasta que pide un café y se pone a fumar mientras los demás seguimos comiendo. Te comes el humo, pero tampoco le puedes reprochar nada.

A mi derecha dos tias buenas, una de ellas de 29 años la cual lleva 13 años con el novio y no sabe que hacer para quitarse un tatuaje que debe tener en sus partes más indiscretas. Solución: 12 sesiones de láser a 400€ cada una... Creo que se va a dejar el tatuaje donde está.

En frente mía un señor bien trajeado que no está conforme con el tamaño del respaldo de su silla. Una silla demasiado bajita como para que no se le ensucie el bajo de la chaqueta. Solución: dóblala (como yo) y ponla en la silla de enfrente... No se le ha ocurrido...

A su derecha una mujer de treinta y pocos realmente espectacular, un bellezón moreno de 1,80, tacones sado-maso de aguja y una elegancia al alcance de muy pocas. De repente abre el bolso y mientras se fuma un cigarro empieza a echarse las cartas para saber su fortuna. Muy metódica ella, montando su Tarot por toda la mesa. La chica 29 años de mi derecha con ese tatuaje que me gustaría ver solo para discutir si se lo tiene que quitar o no, se da cuenta que la mujer de treinta y tantos se está 'leyendo la fortuna'. No se la ocurre otra cosa que levantarse y preguntarla... La susodicha no la responde y apenas la mira a la cara a la curiosa veinteañera. Se vuelve con el rabo (o el tatuaje) entre las piernas y le comenta la jugada a su amiga, que resulta ser dependienta de una tienda de Swarovski de por allí cerca, pero que hoy era su último día.

Al fondo un cura comiendo solo. Yo no entiendo mucho de religión (Dios me libre!) pero no sé si se hacen votos de no beber alcohol y fumar siguen en vigor hoy en día. Si alguien sabe si eso está vetado me lo diga, porque me ha sorprendido.

En las últimas mesas un rastafari, una pareja de enamorados, dos compañeras de trabajo y algún trabajador que también comía solo, pero del que no tengo nada que comentar.

Supongo que el más peculiar de todos era yo, comiendo con mi portátil encendido, leyendo el Marca y viendo fotos de tias buenas sado-maso con tatuajes en los lugares más recónditos del cuerpo humano...

Ójala la próxima vez que coma solo me lo pase tan bien como hoy... :S

1 comentario:

pepe dijo...

hola

soy cura y te puedo decir que los unicos votos que tenemos son el de obediencia y celibato. Este ultimo da lugar a equivocos. no significa que no podamos mantener relaciones (ese seria castidad) sino que no podemos casarnos. en cuabto a lo de fumar o beber alcohol, nunca ha estado prohibido por la iglesia.

pd. se podria añadir otro voto que no hemos hecho, pero que sufrimos que es el de pobreza porque en contra de lo que se cree la gente cobramos poquisimo. nos falta bastante par mileuristas.